El Sevilla Fútbol Club logró clasificarse por octavo año consecutivo para competición europea, algo que en los últimos años sólo han hecho Real Madrid y Barcelona. Es meritorio el logro sobre todo porque en los últimos años estamos sufriendo en parte el envejecimiento de nuestra plantilla así como la salida de jugadores que nos marcaron una época.
El partido de ayer tuvo poca historia, ya que sin ser un buen partido, el Sevilla lo resolvió con solvencia ante una pobre Real Sociedad que tendrá que jugarse su presencia en la máxima categoría del fútbol español en la última jornada de Liga.
El encuentro de ayer fue emotivo porque quién sabe si fue la última vez que vimos vestir la elástica blanca a varios jugadores de esos que decíamos antes que nos han marcado una época. Sobre todo me refiero a Drago, Renato y al gran Fredy Kanouté, que nos dejó ayer otra muestra de su calidad con dos golazos marca de la casa.
Drago fue manteado por sus compañeros al final del partido y es sin duda la despedida más segura. En los otros dos casos, tenemos que esperar acontecimientos en las próximas semanas. Lo que sea, que sea para bien, pero al malí lo vamos a echar de menos mucho si se nos va, aunque tarde o temprano el equipo debe regenerarse con nuevas piezas.
Ahora lo que tenemos que pensar es en obtener la quinta plaza, que además de honorífica da derecho a entrar directamente en Uefa sin pasar por la previa. Puede que ni ganando consigamos la quinta plaza, ya que si el Atlético no gana, el Bilbao nos pasará si vence en Santander, pero obtendremos la sexta plaza, que también da derecho a no jugar la previa.
En definitiva, amigos, jornada tranquila la de ayer para los sevillistas. Además, el año próximo podremos disfrutar nuevamente de un derbi, el cual debemos vivirlo como siempre, no sea que el año próximo volvamos a estar huérfanos de él.
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